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Tomás "Trinche" Carlovich: La leyenda

  • Foto del escritor: Siempre Deportivo
    Siempre Deportivo
  • 8 may 2020
  • 4 Min. de lectura

El mítico jugador rosarino falleció a los 74 años luego de sufrir un brutal asalto en su ciudad para robarle su bicicleta.



Tomás Carlovich comenzó su carrera en Rosario Central, y muchos afirman que fue mejor que Maradona sin haber jugado ningún mundial. No hay registro alguno de su forma de juego, quizás porque se destacó en el ascenso del fútbol argentino y no había, en ese momento, tal repercusión. Aquellos que tuvieron el privilegio de verlo dentro del campo de juego, afirman que fue maravilloso su estilo de juego y recalcaban el talento que tenía.


El “Trinche”, como lo apodaban, amaba tanto el fútbol que no quería ser profesional y verlo como un trabajo. Es una leyenda de nuestro fútbol que no tuvo la difusión mediática, como es el caso de Diego Armando Maradona con el recordado video de chico donde declara que su primer sueño es jugar un mundial y el segundo, ganarlo.


Fue el mismísimo Maradona quien lo elogió: “Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich, así que ya no sé…”. Ocurrió cuando el histórico número 10 de la selección argentina desembarcó en 1993 para jugar en Newell’s, previo a lo que fue su último Mundial en Estados Unidos, el capitán del equipo campeón del mundo en México 86 dejó esa frase para el recuerdo.


Solitario, el Trinche nunca deseó más de lo que ganó en el fútbol. Él siempre quiso jugar a la pelota, nunca soñó con transformarse en una figurita reconocida. Estar cerca de su casa, del lugar donde lo criaron sus padres fue el mandato de su vida. También el de disfrutar con la pelota en los pies, hacer caños, sin importarle si se entrenaba antes de salir a la cancha.

Tal era así que César Luis Menotti lo convocó a un preseleccionado en 1976 y no se presentó porque se fue a pescar: "No sé si había salido a pescar o a una isla. No recuerdo. La respuesta que me dio fue que no pudo regresar porque el río estaba alto", contó el entrenador en Informe Robinson.



Tenía elegancia para pararse en el medio de la cancha, era el propietario de una zurda mágica, transpiraba potrero y lo sentía con el corazón, su empeine recitaba. Eso era parte de su vida, una y mil historias. Sin registros que permitan darle el crédito, pero con la fe intacta.


Que pateaba los penales sin carrera, que José Pekerman aseguró haber visto "el doble caño" en los pies del Trinche, que le pegó un baile bárbaro a la selección argentina en 1974, en la ante sala al mundial de Alemania, cuando fue convocado para un combinado de Rosario (jugadores de Newell´s y Rosario Central, y la excepción la hacía Carlovich) y hasta que lo sacaron en el primer tiempo por pedido de Vladislao Cap (el DT del equipo argentino) para evitar un papelón, ya que un jugador del ascenso (Central Córdoba) estaba dominando a la selección. Acompañado por Mario Alberto Kempes, Cai Aimar, Mario Zanabria y tantos otros, el mediocampista fue el más valioso de la victoria rosarina por 3-1.


“Para mí, jugar en Central Córdoba fue como jugar en el Real Madrid”, dijo alguna vez aquel mediocampista central que se hizo famoso en Rosario por ser especialista en caños.



En Central Córdoba participó de cuatro etapas diferentes a lo largo de las nueve temporadas en las que jugó para la institución rosarina: de 1972 a 1974, en 1978, de 1980 al 83 y su último paso fue en el 1986. Sumó 28 goles en 236 partidos con la camiseta del club de sus amores. También se desempeñó en Colón de Santa Fe, Independiente Rivadavia de Mendoza, Deportivo Maipú, Andes Talleres Sport Club y Newell’s Old Boys de Cañada de Gómez.

Muchos afirman que otro ídolo rosarino, Marcelo Bielsa, estuvo dos años asistiendo a los partidos de Central Córdoba para ver jugar a Carlovich . Es un producto de Rosario Central, pero en el ascenso forjó su leyenda, en la B y en la C. Cada historia que lo rodea podrían haber sido escritas por el Negro Fontanarrosa, pero no, en el mundo Carlovich siempre todo fue posible.



El Trinche se convirtió en un mito del fútbol, del cual se alimenta con el correr de los días, y con el correr de las cosas que dicen quienes lo vieron jugar. Hasta se dice que Diego Maradona le dijo: “Fuiste el mejor jugador que vi en mi vida”.

Ante tantos rumores, y de referentes históricos, quién se atrevería a contradecir la historia que relató en alguna oportunidad el propio Trinche en la que aseguró que un árbitro se arrepintió de haberlo echado y le pidió que se quede en el campo de juego: "En un partido con Central Córdoba me echaron. Me sacó la roja y la gente empezó a gritarle al juez. Me iba y me vino a buscar el referí. Me dice 'no se vaya, quédese que no lo eché'", contó Carlovich.



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